Comporta, qué descubrimiento!

Por casualidades de la vida este verano he podido disfrutar de un estupendo fin de semana en Lisboa y sus playas. Todo empezó en abril, con un pequeño incidente en el maravilloso hotel en el que nos hospedamos una noche (Hotel Chiado 16). Para resarcir el "desencuentro" nos invitaron a dos noches de hotel con desayuno en una de sus suites. No lo pensamos dos veces y allí nos fuimos.
Lisboa es extraordinariamente bella, una ciudad de historia, su esencia se bebe en sus piedras y te envuelve en cada una de sus calles, Alfama, O Chiado, O Barrio Alto... todo es mágico.
Pero sus playas me han dejado enamorada. Comporta es una playa blanca de arena fina, con tres chiringos que te invitan a retrasar tu llegada al agua. Estuvimos 7 horas y pudimos pasar por los tres bares, bañarnos varias veces, pasear y disfrutar de una de las puestas de sol más hermosas (aunque para esto es necesario tener una compañía perfecta, como la que yo tuve la suerte de tener).
Al día siguiente nos quedamos Na Costa de Caparica, una sucesión de 19 playas unidas por un inmenso arenal que hacen que la playa sea casi a la carta, yo os recomiendo a partir de la 17, donde ya no hay tanta gente y el ambiente es mucho más acogedor.