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Mostrando entradas de junio, 2013

Orgullo del orgullo

Orgullo del orgullo con el que te muestras con naturalidad y sencillez para hacer visible lo que otrxs (necios e ignorantes) quieren invisible. Orgullo de ser y de estar. Orgullo por lxs que no pueden tener orgullo porque han construido (o le han construido) un armario tan grande como el mundo que habitan. Orgullo de saberte gritando por ti y por mi y por quienes un día tuvieron que callarse y marcharse con su orgullo arrugado debajo del brazo. Orgullo de la fiesta que celebra lo que s(h)omos y lo que queremos ser. Orgullo con quienes con orgullo #trabajanvivenluchandefienden lo que por naturaleza les pertenece y lo hacen por ellas, por ellos, por nosotros, por nosotras, por ti y por mí. Orgullo de los que viven como les da la gana, sin juicio ni prejuicio, sin santidad ni fama. Orgullo de la pluma, del plumón y del edredón de Ikea que te deja la habitación hecha un cisco y un circo de  malabares y acrobacias. Orgullo de mi padre, de mi madre, de mi hermana y de mi abuela, orgul

Cartas a Mateo (I)

Querido Mateo, te escribo para conocerte y que me conozcas desde este principio atemporal y deslocalizado. No sé dónde estás ni cuándo vendrás, pero he conocido a quien te dará el alimento de la vida y ya quiero jugar contigo. ¿Sabes qué significa tu nombre? "Regalo de Dios". Me ha parecido un significado perfecto, lleno de sentido e intensidad. Eres un regalo, de eso no hay duda. Y he podido verte corriendo por el pasillo de tu casa volando un helicóptero de sueños y te he visto saltar en la cama encima de tu madre de la que se escaparon   cometas hechas sonrisas. Eres un regalo de ilusión y pensamiento desbordado, brillante luz y orgulloso hijo. Mateo, construirás escalextric de sonrisas y caídas, y te levantarás. Cruzarás la calle de la mano de tu madre y llegarás sucio del colegio, con la mirada llena de historias que te harán grande, amante y amado. Mateo, eres un regalo y por ello doy gracias!

Bailando

Me he despertado en medio de un sueño. No, no me he despertado de un sueño, me he despertado en un sueño. Me encontraba en medio de una gran sala de baile, sucedía algo curioso, no podía escuchar la música, no había orquesta, ni mesa de mezclas, ni Dj, pero podía verla, podía olerla, podía sentir su gusto a canela y vino tinto. Podía ver una música de colores claros y paisajes llenos de luz, podía oler el aroma intenso de un perfume dulce que me daba ganas de masticar, podía sentir el sabor cálido de la canela y el ácido calor del vino tinto en copa de cristal. Mis pies se movían al compás de esta melodía de sentidos y mi cuerpo se estremecía con el ritmo del baile, no podía dejar de moverme buscando acoplarme en la sintonía de aquella sala. Nunca me había sentido tan plena, en un nivel de flujo tan sincero y cósmico. El tiempo no era un valor absoluto, el peso se convertía en levedad, todos estábamos en un estado flotación, a unos centímetros del suelo. Seguía bailando, con