Cartas a Mateo II

Mi querido Mateo,
hace tiempo que no sé nada de ti y eso me inquieta, no sé de tus anhelos, de tus risas, no sé de ti... hace casi un año que te escribí la primera carta, el tiempo pasa rápido amigo mío, y cuando te quieres dar cuenta ya se ha pasado aquello que esperabas con entusiasmo. Y yo te sigo esperando a ti, tu presencia era muy intensa para que hayas desaparecido, por eso te escribo, para decirte que me encantaría jugar contigo. Y también para contarte que he conocido a alguien que me encantaría presentarte, alguien que tiene mucho que ver contigo, un pequeño duende que me ha permitido vivir en su bosque de colores, se llama Marcel. Ha llegado a mí de la mano de una mujer extremadamente generosa y bella. Y te escribo porque con su llegada te he echado de menos, no he encontrado tus ojos revoltosos por la habitación, no he encontrado tus manos de luz. Te voy a contar algo que he imaginado, antes de ti y antes de Marcel, y es que iremos al parque de la vida a jugar juntos con la arena de nuestra playa y volaremos nuestras cometas de sonrisas mientras nos esperan en casa... Mi querido Mateo, allí donde estés.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Orgullo del orgullo

El Zonte

Líber